Querido pueblo de Cancún,
queridos amigos, viajeros y aventureros que durante tantos años subieron a bordo de nuestro galeón:
El pasado 20 de octubre, el Jolly Roger concluyó oficialmente sus operaciones en Cancún, marcando el cierre de una era inolvidable de risas, pólvora, historias y noches bajo las estrellas del Caribe. Han sido años de navegar con ustedes, nuestros visitantes, quienes dieron vida a cada travesía y sentido a cada historia contada por nuestra tripulación.
A lo largo de nuestros años en Cancún, todo el equipo del Jolly Roger se esforzó con pasión y dedicación para ofrecerles una experiencia de excelencia. Nos llena de orgullo saber que, día tras día, logramos cumplir ese propósito: verlos descender del barco con una sonrisa, con el brillo en la mirada y con recuerdos que, sabemos, los acompañarán por siempre.
Gracias por creer en la magia de los piratas,
por dejarnos ser parte de su alegría,
por mantener encendido el fuego de nuestra historia.
Pero el viaje no termina aquí. El próximo 10 de noviembre, el Jolly Roger levará anclas para emprender una travesía épica: cruzará el Canal de Panamá, recorrerá las costas de Centroamérica y llegará finalmente a las aguas del Pacífico mexicano. Allí, en la Bahía de Banderas, lo espera su hermana mayor, La Marigalante, que descansa el sueño eterno en el fondo de sus aguas.
El Jolly Roger acudirá a su llamado no para despedirse, sino para retomar su legado y continuar su historia, abriendo un nuevo capítulo de aventura, libertad y asombro en el Pacífico.
Este viaje no es un adiós, sino la continuación de una leyenda. La historia del Jolly Roger seguirá escribiéndose con nuevos mares, nuevos rostros y nuevos corazones que escucharán rugir en cubierta el grito de nuestra tripulación:
¡Arrr, levad anclas! ¡Que el viento nos guíe! ¡Ahoy!
Partimos con emoción, con nostalgia y con la certeza de que cada ola guarda un pedacito de Cancún en su espuma.
Hasta pronto, amigos.
Nos veremos en el horizonte.
El Jolly Roger